No pocas veces, quienes se consideran <<omnivoros>> recriminan a los <<vegetarianos>> que se limiten a una dieta a base de alimentos vegetales, como si su supuesta <<universalidad>> alimenticia fuera indicativa de una dieta más razonable y adaptada al entorno. Sin embargo, indagando en su pregonado <<omnivorismo>>, la realidad es que se reduce a consumir habitualmente sólo cuatro o cinco tipos diferenetes de carne y no muchas más especies de animales marinos. En realidad, el 90% de la producción mundial de carne lo constituye la volatería y los ganados bovino y porcino. Sobre la elección de los alimentos hay un componente cultural, religioso y emocional indiscutible. Inviten, si no, a sus amigos occidentales, que <<comen de todo>>, a un ágape de larvas, insectos, gusanos y reptiles comestibles y ya me contarán el resultado.
texto sacado del libro ¿Carne? ¡No, gracias! de Frederic Vinyes
Cuando me planteé la idea de porque me comía a las vacas y no a los gatos me sentí una hipócrita. ¿Que me había echo esa vaca, esa oveja, ese conejo..? ¿Porque se merecian menos respeto que mis gatos?
Objetivamente todos son lo mismo, somos lo mismo, pero culturalmente y emocionalmente nos "han enseñado" unas diferencias que dan el beneficio a unos y el sacrificio a otros. Aunque a mi no me guste utilizar la palabra sacrificio, sino asesinato.
Una chica me contó que estaba en la carnicería y oyó que un niño le decía a su madre: -mamá, eso no me lo quiero comer, es como mi conejito. A lo que la madre le respondió: -ese no es tu conejito, es otro, es para comer.
Los niños, inocentes y con la mente libre de "enseñanzas", nos dan lecciones continuamente.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada